octubre 2013
CLIENTE Granja Danona
No todos los huevos son iguales
“Yo no conocía el huevo para nada. Yo venía del sector de la restauración y me di cuenta de que el huevo era una cosa muy socorrida y que tenía un futuro muy grande. Y me sentí muy atraída por este producto. Pero tanta era la calidad que quería vender que tuve que poner gallinas yo misma. Fueron 4.000 gallinas, 8.000 gallinas, 15.000 gallinas. Hasta que me ofrecieron comprar Danona. Y ahí me aficioné junto con mi veterinario al bienestar animal, a sacar un huevo de calidad, un huevo que no me diera problemas, que yo vendiera con una confianza muy grande”.